Sentirte niña otra vez. Con esa ilusión por todo, causada por nada en especial, que te hace sonreír casi siempre. Volver a sentir, digo, esas ganas de divertirte todo lo que puedas, sin pensar, sin reflexionar demasiado sobre las cosas mientras las haces. ¿Acaso importa por qué lo haces? ¿No es más provechoso disfrutar mientras lo haces que pensar en preguntas pedantes? Redescubrir las verdades absolutas con gestos simples que, con suerte, te devuelvan a la primera vez que te sentiste así y transmitirte a ti misma sensaciones tan puras, tan fáciles, que habías aparcado como diciéndole a tu interior: "es que nosotras ya no somos esa criaturilla, ya no volveremos a serlo, tenemos que avanzar." Ingenua ignorancia. ¿Cómo ibas a avanzar sin todo esto? Es maravilloso, una vez más vencen las cualidades importantes de tu ser, las que algún día podrán ser expresadas con profundidad real, no con esa vana intención de mover a comportamientos ridículos que es mera niebla de vocablos... Pero, ¡vamos! ¡No te quedes ahí, sigamos!
=D (R)
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